Prenda básica donde las haya. De todas las variantes que existen en el mercado (colores, formas, etc.), el rey sigue siendo los pantalones de hombre vaqueros en color azul, de tono medio, ni demasiado claros ni demasiado oscuros. De este modo, al usar un color más neutral, las posibilidades de combinaciones son mucho más numerosas.
Con respecto a la forma del pantalón, aquí influye mucho el gusto de cada uno, y de ahí la gran gama que existe cuando vamos a las tiendas de ropa. En concreto, a mí me gusta que se adapte al cuerpo (fit) pero que no se ajuste demasiado, conocidos en español como pantalones de pitillo (skinny). También conviene tener en cuenta que, dependiendo del fabricante, su concepción de fit o skinny puede variar.
Sobre este dilema tendría que añadir que, aunque de tanto en cuanto los pantalones de pitillo se ponen muy de moda, no a todo el mundo le queda bien. Y el otro problema es que, cuanto más a la moda va uno, el rechazo es mayor cuando ésta se pasa, por lo que esas prendas ya no las utilizamos más. Nuestro consejo es simple, vestir con prendas que te sientan bien y que estén a la moda pero no tanto, así luego no te arrepentirás e irás creando un estilo propio más perdurable en el tiempo.
Lo que más nos gusta de unos vaqueros es su versatilidad, ya que pueden servir tanto para uso diario como para eventos formales en los que dar un toque distinto. Aquí os ofrecemos varias combinaciones con diferentes estilos.
Los cuatro looks anteriores estarían dentro de un estilismo de tipo casual. Si quieres saber más sobre tipos de estilismos, pincha aquí. Dentro de esta categoría, utilizamos zapatos menos formales como sneakers o botas. En cambio, en las cuatro combinaciones siguientes, el estilo se vuelve más depurado. Lo podemos englobar en un estilo «Business Casual» donde aparecen camisas y zapatos de vestir. En concreto, nos encanta mezclar pantalones de hombre vaqueros con chaquetas de traje (blazers).
Siempre hay una ocasión para llevar unos vaqueros. Combinan con todo y quedan bien en cualquier circunstancia. Eso sí, no los llevaría al casino de Montecarlo, por ejemplo. Pero si no se exige una etiqueta exhaustiva, esta prenda es siempre un comodín a utilizar para cualquier evento.
