Pensar en verano es pensar en un buen pantalón de lino. Esta era la base con la que comencé este proyecto, teniendo claro el tejido a utilizar.
En este caso era la primera vez que me atrevía con un pantalón con pinzas, y en concreto dos pinzas delanteras. También quise innovar, y en este caso el punto diferente fue la cinturilla. Una vez aprendido que un pantalón hecho a medida no necesita cinturón, esta idea me dio pie a jugar con la zona de la cintura y en esta ocasión opté por un botón grande lateral. A pesar de ello, mantuve las trabillas para usar cinturón de manera opcional, pero por supuesto ahora no tendría ninguna función, solamente estética.
He de admitir que tuve un problemita con la zona de la cremallera. Esa zona me quedaba muy ajustada y asomaba por la portañuela, así que decidí añadir un trozo de tela para disimularlo. Al final ha quedado tan bien integrado que no se nota y además aporta simetría al diseño.
Finalmente, se ha convertido en uno de los pantalones que más he vestido este último verano, resultando ser bastante cómodos y versátiles. Tanto es así que realicé otro en un tono verde vivo con un diseño ligeramente diferente.