Sin dudar, uno de mis mayores logros en la costura. Siempre había soñado con un abrigo largo blanco hecho a medida. En este caso lo realicé prácticamente igual al patrón original, de Vogue Patterns. El único arreglo fue ajustar las piezas de la espalda para adaptarlo perfectamente al cuerpo.
La tela es un paño sintético. Tenía la disyuntiva entre lana virgen o este tipo de fábrica más artificial. Las diferencias más importantes son el precio y la posibilidad de lavado en máquina. Un tejido de lana puede costar cinco veces más que este paño, incluso más si nos vamos a algunos de buena calidad. Hubiera apostado por ello, pero el color blanco iba a necesitar lavados más continuos, y quería la comodidad de poder lavarlo en casa, así que me decidí por este. Finalmente estoy muy contento ya que el tacto es muy suave y abriga bastante.
El interior está forrado completamente. En esta ocasión usé una tela sobrante de la decoración de un techo de dormitorio que, en mi faceta de arquitecto, diseñé hace tiempo. Siempre me ha gustado reciclar y desperdiciar lo mínimo. El tono morado del forro le da al abrigo un toque distintivo.
En conclusión, estoy tan contento de mi abrigo largo blanco que ya quiero hacerme otros en diferentes colores y variando un poco el patrón. ¡Estad atentos!